Horacio Martínez Seeber

Horacio Martínez Seeber era todo un radioaficionado a comienzos de la década del veinte; de hecho, fue el primer titular de una licencia de radioescucha oficial. Su destreza con los aparatos lo llevó a animarse a realizar las primeras transmisiones deportivas en el país: la pelea de boxeo Firpo-Dempsey en 1923 y el amistoso entre las selecciones de fútbol de Argentina y Uruguay al año siguiente. En la década del sesenta, utilizó sus conocimientos para ayudar a la Marina a comunicarse con la fragata Libertad, con la cual se había perdido el contacto. Esa conexión se hizo en dúplex con el programa de televisión Sábados circulares y todo el país la pudo disfrutar.