Alejandro Romay

Alejandro Argentino Saúl nació en Tucumán y fue conocido por su nombre artístico, “Alejandro Romay”, en honor a un jugador de Independiente que fue ídolo en su infancia. Su juventud estuvo ligada con los medios: cuando tenía 13 años comenzó trabajando como locutor en Radio Tucumán y cinco años más tarde llegó a ser director de Radio Aconquija, en su ciudad natal. En 1947 se mudó a Buenos Aires para continuar explotando su carrera frente a los micrófonos, y ya para 1955 había asumido como director de Radio Libertad; pero cinco años más tarde cambió de rubro para dirigir el Teatro El Nacional. Su llegada a la pantalla chica ocurrió en 1963, cuando Canal 9 lo nombró director, y pronto se convirtió en su mayor accionista, lo que se considera un punto de inflexión en el modo en que se entiende la televisión hasta el día de hoy. Decidió que el canal presentara una programación de consumo masivo, y aunque a veces fue criticado de vulgar o popular, no tuvo más que éxito y por eso lo bautizaron como “El zar de la televisión”. Para 1974, María Estela Martínez decretó la intervención de los tres canales más importantes, así Romay fue echado de su canal y se exilió en Puerto Rico, pero con el regreso de la democracia recuperó Canal 9 por medio de una licitación. Fundó una productora de contenidos televisivos, Telearte, con la que trabajó hasta 1997, cuando se desprendió de todos sus medios. Un visionario que les dio vida a distintos formatos y programas, como Almorzando con Mirtha Legrand, Hola Susana, Titanes en el ring, Música en libertad, Sábados de la bondad, Feliz domingo, muchos de los cuales se transmiten hasta el día de hoy.