Eva Duarte

“Evita”, con tan solo 16 años de edad, dejó la localidad de Junín y se instaló en Buenos Aires con el objetivo de ser actriz. Para cumplir su sueño, tuvo que hacer el sacrificio de alejarse de su familia y enfrentar las grandes dificultades económicas que le imponía la vida en la ciudad. La suerte empezó a cambiar al poco tiempo, una vez que consiguió sus primeros papeles en teatro, experiencias que le hicieron ganar profesionalismo hasta dar el “gran salto”, que ocurrió al ser contratada en el espectáculo más atractivo y exitoso del momento: el radioteatro. Evita fue ganando popularidad y logró consagrarse entre los ídolos más reconocidos del momento. En 1939, consiguió su primer protagónico al ser convocada por la Compañía Radial de Teatro del Aire. Como resultado de su reconocimiento, obtuvo papeles en radionovelas, teatro y cine, una industria en pleno auge en el país. En 1943 participó en la fundación del primer sindicato de trabajadores de radio, la Asociación Radial Argentina (ARA). En los años siguientes, ya era una figura consagrada en el medio.