Recreación de la primera transmisión de radio
Cuando aquel 27 de agosto de
1920 los “Locos de la Azotea”
dieron inicio a la era radial
argentina, lo hicieron a través
de la música.
Eligieron la ópera “Parsifal” de Richard
Wagner. Así, desde el comienzo, los
espectáculos en vivo y la música se
convirtieron en componentes importantes
de la programación.
Con la consolidación de programaciones más extensas y el surgimiento de varias emisoras, la música adquirió un espacio relevante a través de dos modalidades. Por un lado, la actuación en vivo de los artistas en los estudios, y por el otro, la música grabada entre programa y programa.
El Glostora Tango Club.
Radio El Mundo
Al principio, las compañías discográficas RCA Víctor, Columbia y Odeón se mostraron reacias a esta modalidad de la música en vivo, porque consideraban que podrían disminuir las ventas. Pero, en verdad, ocurrió todo lo contrario.
A finales de 1939, era moneda corriente ir a la radio a cantar. Los intérpretes, como Patrocinio Diaz, buscaban su nombre y agendaban el horario de su actuación en las carteleras de los shows en vivo. Las emisoras difundían su programación y convocaban al público para los espectáculos artísticos, que se entremezclaban con los boletines informativos y los radioteatros.
Además de las instalaciones de cada radio, también era frecuente que las transmisiones musicales se hicieran directamente desde eventos en teatros o salas de cine de las ciudades. Ello ocurría preferentemente con géneros musicales que exigían numerosos instrumentos como, por caso, la música clásica.
Ya en la década del ‘30, empezaron a volverse costumbre los programas con público en vivo en los que se llevaban a cabo concursos artísticos. Uno de los objetivos era buscar nuevas voces. De esa forma, también las compañías discográficas tenían la posibilidad de hallar nuevos talentos. Algunos de esos ganadores y ganadoras soñaban con empezar así, su carrera musical. Tal como le ocurrió a Mercedes Sosa.
Octubre de 1949. Una joven cantante tucumana de 14 años deslumbró a todos con su voz en un concurso de canto en las instalaciones de LV 12. Su seudónimo era Gladys Osorio, pero la historia luego la transformaría en Mercedes Sosa.
Todos los fines de semana los galpones rurales y los clubes de barrio se llenaban para albergar los bailes donde la juventud salía a divertirse. Polcas, pasodobles, foxtrots, eran algunos de los ritmos que recreaban las orquestas bailables y que pronto llegarían a la radio como expresión de esas festividades.
Mario Alonso canta “Parece mentira”,
con la orquesta de Francisco Canaro. 1949.
Atahualpa Yupanqui
hablando de folclore
Cuando aquel 27 de agosto de 1920 los “Locos de la Azotea” dieron inicio a la era radial argentina, lo hicieron a través de la música.
Recreación de la primera transmisión de radio
Eligieron la ópera “Parsifal” de Richard Wagner. Así, desde el comienzo, los espectáculos en vivo y la música se convirtieron en componentes importantes de la programación.
Con la consolidación de programaciones más extensas y el surgimiento de varias emisoras, la música adquirió un espacio relevante a través de dos modalidades. Por un lado, la actuación en vivo de los artistas en los estudios, y por el otro, la música grabada entre programa y programa.
El Glostora Tango Club.
Radio El Mundo
Al principio, las compañías discográficas RCA Víctor, Columbia y Odeón se mostraron reacias a esta modalidad de la música en vivo, porque consideraban que podrían disminuir las ventas. Pero, en verdad, ocurrió todo lo contrario.
A finales de 1939, era moneda corriente ir a la radio a cantar. Los intérpretes, como Patrocinio Diaz, buscaban su nombre y agendaban el horario de su actuación en las carteleras de los shows en vivo. Las emisoras difundían su programación y convocaban al público para los espectáculos artísticos, que se entremezclaban con los boletines informativos y los radioteatros.
Además de las instalaciones de cada radio, también era frecuente que las transmisiones musicales se hicieran directamente desde eventos en teatros o salas de cine de las ciudades. Ello ocurría preferentemente con géneros musicales que exigían numerosos instrumentos como, por caso, la música clásica.
Ya en la década del ‘30, empezaron a volverse costumbre los programas con público en vivo en los que se llevaban a cabo concursos artísticos. Uno de los objetivos era buscar nuevas voces. De esa forma, también las compañías discográficas tenían la posibilidad de hallar nuevos talentos. Algunos de esos ganadores y ganadoras soñaban con empezar así, su carrera musical. Tal como le ocurrió a Mercedes Sosa.
Octubre de 1949. Una joven cantante tucumana de 14 años deslumbró a todos con su voz en un concurso de canto en las instalaciones de LV 12. Su seudónimo era Gladys Osorio, pero la historia luego la transformaría en Mercedes Sosa.
Todos los fines de semana los galpones rurales y los clubes de barrio se llenaban para albergar los bailes donde la juventud salía a divertirse. Polcas, pasodobles, foxtrots, eran algunos de los ritmos que recreaban las orquestas bailables y que pronto llegarían a la radio como expresión de esas festividades.
Si bien en las radios al principio se emitían óperas y música clásica, con el paso del tiempo empezaron a oírse expresiones más populares de cada región: como el tango y el jazz en Buenos Aires, el chamamé en el litoral y la zamba en el noroeste.
El 16 de mayo de 1982, las radios Rivadavia y Del Plata emitieron en vivo y en directo el “Festival de la Solidaridad” desde Obras Sanitarias. Este evento organizado en plena guerra de Malvinas marcó el comienzo de la difusión masiva del rock nacional en la radiofonía argentina.